cronista

Extremadura-Histórica-definitivo

14. La educación de las niñas de Almendralejo en tiempos del II Marqués de Monsalud, por Isabel Collado Salguero

colladowIsabel Collado Salguero: Calamonte (Badajoz). Maestra y Licenciada en Psicología Educativa. Doctora en Psicología Evolutiva en 1993 con una tesis dedicada a la comprensión de textos expositivos. Ha ocupado cargos directivos y ha sido Orientadora en los Equipos Psicopedagógicos en la provincia de Badajoz. En la actualidad da clases en el C. P. Ortega y Gasset de Almendralejo, donde reside.
Ha participado como ponente en distintos cursos, seminarios y jornadas, teniendo siempre como fondo el mundo educativo. Colabora en revistas especializadas en el campo de la Psicopedagogía, como Tarbiya, de la Universidad Autónoma de Madrid, Cátedra Nova, Escuela Española e Infancia y Aprendizaje. Es autora de Un procedimiento para mejorar la comprensión lectora dentro del aula (1996), La Enseñanza en Almendralejo (siglos XVI-XIX) (2005) y coautora de Literatura en el aula (Lectura y Crítica de Textos Extremeños) (1999).

La educación de las niñas de Almendralejo en tiempos del II Marqués de Monsalud

Estudiamos la educación de las niñas de Almendralejo en el periodo comprendido entre el último cuarto del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX. La discriminación que padecían las mujeres en la sociedad se dejaba sentir también en el terreno educativo. El papel de la mujer se reducía a la función de esposa y madre, de ahí que no existiera una acción planificada por parte de los poderes públicos respecto a su educación. Al vacío legislativo se sumaba la apatía del pueblo, desconocedor del papel que la instrucción podía jugar en el futuro. Todo propio de una sociedad inmovilista que no creía ni en el cambio ni la igualdad. La enseñanza se reducía al ámbito privado y doméstico, con un currículo que abarcaba: Doctrina Cristiana, buenas maneras y labores propias de su sexo y condición, dejando las materias académicas en un segundo plano. Ni ilustrados, ni liberales, ni absolutistas, fueron capaces de dar una respuesta a la educación femenina. Los municipios, siempre con dificultades económicas, tampoco la asumieron como una responsabilidad propia. El resultado fue una sociedad donde la mayoría de las mujeres eran analfabetas. El Ayuntamiento de Almendralejo, que no contaba con ningún tipo de ayuda para costear la instrucción del vecindario, fue posponiendo la enseñanza de las niñas a lo largo de los años. Hasta 1848 no dispuso de una escuela de niñas, cuando hacía más de dos siglos que había asumido la educación de los varones.